Es posible que les gusten las películas de detectives. A mi si, pero no por el crimen, de hecho, rechazo las que muestran detalles morbosos del asesinato, sino por el análisis. El detective protagonista y su equipo logran el éxito cuando tienen todos los detalles alrededor del caso y, teatralmente, siempre encuentran algo que cualquiera habría pasado por alto, pero que es clave para resolver el misterio.
Lo traigo a colación en esta nota, porque podría asegurar que todo método para analizar y resolver problemas consiste en aplicar el “causa-efecto”. Se recomienda recabar información causal que pueda llevar al efecto detectado, el problema. Pero muchas veces no se detecta que hay un problema, hasta que tienen consecuencias importantes. Es una de las tantas razones por las que los indicadores son necesarios, no solo para conocer la magnitud del problema, sino para detectarlo a tiempo y, mejor aún, prevenirlo. Todo proceso necesita medirse mediante indicadores, definir una meta a la cual llegar y valores que deberían encender las alarmas, tanto para conocer o evitar un problema, como para corregirlo a tiempo.
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